Personajes

Alfonso Diez

alfonso@codigodiez.mx

Joel Ortega debe renunciar

* Sus propias declaraciones lo hunden

 

Me parecía que había que darle a Joel Ortega el beneficio de la duda, por lo que a su intervención en el caso de “la disco” News Divine se refiere, pero tras escuchar sus declaraciones al respecto, ya no lo creo, ahora me parece que debe renunciar.

Me explico.

Joel Ortega afirma que no fueron policías preventivos quienes desnudaron a las menores detenidas en calidad de testigos tras el operativo que dejó doce muertos. Esto, entre otras cosas, provocó un enfrentamiento con la Procuraduría General de Justicia del DF. El subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la PGJDF, Rafael Mateos, desmintió a Ortega y afirma que ni siquiera han visto en la procuraduría las fotos y que, además, un trabajador administrativo del Sector Pradera, Leopoldo Sánchez Rangel, de la Secretaría de Seguridad Pública —la dependencia que dirige Ortega—, declaró ante la Agencia del Ministerio Público que además de marcar a las jóvenes para identificarlas y enumerarlas, recibió órdenes de sus superiores en la SSP de tomarles fotos a las muchachas.

Las declaraciones del personal a las órdenes de Ortega lo desmienten.

Dice también Joel Ortega que sus policías quisieron entrar a la disco por la parte trasera y utilizaron herramientas con ese fin, pero en esto también fue desmentido por los peritajes que demostraron que la puerta siempre estuvo sin candados y que no se habían empleado herramientas para abrirla.

Luego dice que el personal bajo sus órdenes no impidió que los asistentes a la News Divine salieran, que el problema fue causado por el administrador de la disco, que les pidió por el altavoz que salieran, causando tumultos.

Sin embargo, esto también ya fue desmentido por los videos que tomaron los empleados de la propia SSP, en los que claramente se aprecia que la policía cierra las puertas y luego, con violencia, impide que los que quieren salir las abran. Además, de las declaraciones de los mismos integrantes de la SSP se desprende que el anuncio por altavoz que se hizo para que salieran los que en ese momento estaban dentro, fue obedeciendo instrucciones de los jefes policiacos a cargo del operativo.

Finalmente, Ortega dice que sigue en su puesto porque pidió a Marcelo Ebrard que lo dejara para que pudiera investigar hasta las últimas consecuencias quiénes son los culpables y de qué, pero esto es un error, cuando un jefe policiaco está en entredicho, como es el caso, debe renunciar para que otros se encarguen de las investigaciones que en un momento dado puedan “lavar su honor” y no quedarse, dando pie a la duda sobre su desempeño correcto, sin manipulaciones que lo puedan favorecer.

Si eso no le basta a Joel Ortega para renunciar, debe reflexionar en lo siguiente: toda la porquería que se ha dado a conocer tras la muerte de doce personas en la News Divine, el mal manejo de la policía, los errores de procedimiento, el tratamiento como criminales a las jovencitas cuyo único pecado fue haber ido a la disco a divertirse, nos permiten saber quiénes son realmente los que cuidan la seguridad de una de las ciudades más grandes del planeta, cómo operan, cómo se cuidan las espaldas entre ellos tras cometer delitos amparados por una placa.

Y todos esos agentes de “seguridad” trabajan bajo el mando de Ortega. Qué vergüenza, Joel. Si tiene algo de dignidad, renuncié y deje que en el futuro otros jefes se hagan cargo de instrumentar las normas para una operación digna de la policía de la ciudad que usted debería de cuidar. Usted no lo pudo hacer, es evidente.

Renuncie por eso, por dignidad y por vergüenza.

Desafortunadamente, doce inocentes han muerto, tuvieron que morir para mostrar la verdadera cara de los que manejan la seguridad.

Aquí ya no interesa si usted dio tal o cual orden, o si andaba por otro lado, lo importante es que usted ha tenido bajo su mando a los que causaron las muertes. Usted es aquél en quien su jefe, el de Gobierno del DF —Ebrard— confió para que la operación de la policía fuera correcta, velando por el bien de los gobernados y no pudo hacerlo, no pudo con el paquete.

Reconózcalo y váyase, no siga echándole leña al fuego con sus declaraciones llenas de mentiras. Nadie va a confiar en investigaciones dirigidas por usted, como pretende. Deje ya que otros hagan el trabajo.

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